Muchas gracias, Mayte, siempre fuiste una gran alumna y has elegido una profesión bonita. El mundo pasa por los periódicos y si te gusta escribir, en ellos vas a encontrar un montón de tipos humanos sobre los que escribir y que te ayudarán en cualquier relato. Si quieres lee a J.R. Moehringer, El bar de las ilusiones perdidas, es periodista del New York Times y verás cómo empezó. Creo que tienes un futuro espléndido por delante y me ha alegrado saber de ti.

Pues voy alternando. Pasó de un palabro descomunal, introspección psicológica, a otros que tienen que ver con los usos sociales, no creo que pueda llamarla crítica social, pero sí consisten en echarle una mirada a la sociedad del momento. Me gustan también las relaciones laborales. Envidias... Gracias por tu asistencia.

Lo de cualquier otra, que los posibles lectores puedan leerla con dignidad. En esta editorial, en un formato digital, lo pueden hacer, y que quien se atreva a leerla se detenga un momento a pensar si algo tiene que ver con la vida. Si fuera así, entonces sería porque algo de vida contendría en su interior. Por lo demás, que la editorial gane dinero, que algo me llegue a mí, porque eso de la fama y el éxito se quedaron atrás.

Creo que no. Los diálogos siguen teniendo un aire de acotación teatral, aunque ahora que lo dices, quizás me voy haciendo más comprensible... Antes era más raro. A lo mejor, para quien me conozca sigo siéndolo, ¿no?

Una fotografía antigua de un tal Felix Nadar, una de las primeras que se han hecho, donde aparece la palma de la mano de un banquero recorrida por una cicatriz. Me puse a pensar por qué esa es una de las primeras fotografías de la Historia.

Regular. El momento literario es regularcillo. Y estoy seguro de que hay por ahí textos con valor que no se publican porque las editoriales convencionales tienen cierto temor. Pero ya se sabe que el que resiste, gana... En España

Que se detengan a pensar si contiene una modesta visión sobre la vida y el mundo que nos rodea. Si así fuera, es que algo de vida tendría... Si el lector, además, sintiera algún escalofrío, bienvenido sea.

Un tipo que pretende medrar en la vida y en su trabajo. Un pequeño psicópata de la vida cotidiana, dispuesto a todo: ya sea mentir ya sea burlarse de cualquiera. Al final se meterá en un buen lío, del que, paradójicamente, lo sacará su mujer, a la que ha despreciado. ¿Triunfo del cinismo? Responde tú si te apetece leerla.

Hacer que todos sus elementos encajaran. Lo persigo con todas, porque creo que en la novela de hoy día nada ha de sobrar. Los detalles son importantes. Santa Teresa decía más o menos que en ellos residía Dios,

Algo he dicho sobre la fotografía de Felix Nadar, pero más en concreto, hacer un personaje mediocre, con ínfulas, pero que en un momento concreto de su vida, aunque sea por un instante, se manifiesta con los mejores sentimientos.

No, no me ha llegado ese momento, aunque sí como los grupos humanos nos desenvolvemos entre nosotros, quizás esto valga para cualquier novela. La enseñanza no sé si da para una gran novela. Yo no recuerdo ninguna, excepto una de Muriel Spark, La señorita Brodie. Este tema, de momento, he de dejárselo para otro. Yo no doy para él.

Es que yo tampoco soy demasiado bueno... Se me pasan por la cabeza cosas terribles. Y lo del cinismo y los hijos de... , como personajes literarios se me dan bien. No sé por qué... o sí.

Es la primera que se la dedico a alguien. Siempre he creído que hacerlo era robarle algo de la magia de su lectura al lector, como si no fuera para él; pero es que esta muchacha de la que hablas es demasiado importante como para creerme que yo solo soy capaz de escribir 107 páginas. Se lo debía.

Lo hago desde los 16 o 17 años. No es que lo haga bien sino que es mi manera de estar en el mundo, y mi modo de conocerlo. Me hace fijarme en lo que me rodea y me hace menos tonto.

Sí, otra novela, que la estoy copiando al ordenador. En la que habrá un detective y alguna sorpresa.

Es la que al final, con su inocencia, dará una solución al lío en el que se ha metido el tipo, a pesar de que él la desprecia repitiéndole que lo bien que vive, se lo debe a él. Ella no reniega de esa situación de mantenida. En el fondo lo quiere... A todos hay alguien que nos quiere.

De pocos lectores. Los escritores leen a los escritores y alguien más por ahí suelto. Se calcula que puede haber unos 5000 buenos lectores, pongamos alguno más pero la cifra no anda lejos. Esta está escrita para un lector medio, algo experimentado.

Virginia Woolf, Philip Roth, y muchos de los estadounidenses. En Francia Patrick Modiano o Emmanuel Carrere, y algunos de los que escriben a partir de su propia memoria, precisamente porque yo tengo poca: Jorge Semprún (esos escritores del Holocausto han hecho una meritoria labor, muy dura recordando lo que es tan difícil de recordar, A Primo Levi le costo la vida suicidándose). Podría nombrar a muchos, a Patricia Hghsmith

Creo que escribo con algo más de soltura, pero cualquier novela, cuento, o escrito, lo tomo, o me toma él como si fuera la primera vez. No sé si en esto vale mucho la experiencia.

Que se plantee qué tipo de escritor es. Si va a escribir estrujándose la imaginación o a partir de su propia memoria. Después que escoja su modo de escritura: a mano o a ordenador (el último que lo hacía a máquina es Javier Marías y ya no se venden cintas para las máquinas). No es un tema menor porque el pensamiento se nos acompasa a nuestro modo de escritura. Y, sobre todo, que mire el mundo sin demasiadas anteojeras.

No son largos porque no puedo mantener la tensión durante mucho tiempo, pero aun así, me lleva unos tres años. Le dedico todas las horas que puedo de la tarde, pero en verano lo dejo. No escribo de junio a septiembre, a no ser que sea estrictamente necesario. Además voy por ahí pensando lo que tengo que escribir para que, cuando me siente no pierda demasiado tiempo... y es que no tengo tiempo, ese lujo de los muy ricos.

Sí, si no se hace difícil mantener la escritura durante meses, aunque la historia también te puede llevar hacia otros terrenos. De eso tú también sabes.